Parecía que nunca llegaría el 24 de julio. Y de repente nos lo hemos encontrado encima. Los Monty Phyton eran una apuesta arriesgada, y a pesar de ello, nos pareció que podía salir algo muy potente.
Ahora echamos la vista atrás, y con sus más y sus menos lo hemos sacado adelante muy bien. Hemos trabajado jugando como niños pequeños, y hemos jugado mucho trabajando muy duramente.
Nos hemos divertido, durante un proceso unos días fácil y otros no tanto. Lo que ha venido a consolidar el grupo y coger aún más energía si cabe para los próximos proyectos.
¿Nuestra recompensa? Crecer personalmente y como grupo, y sentir la primera sonrisa del público y saber que esto va bien.
Poco a poco, sin más pretensión que disfrutar y hacer disfrutar desde y con el teatro, continuamos jugando, creciendo y haciendo este proyecto cada día un poco más grande.
Aquí os dejamos un breve resumen en imágenes de nuestro amado…
EL LADO BUENO DE VIVIR.